Ermita de la Virgen de Luna: Historia y significado del santuario
La ermita de la Virgen de Luna es un santuario de gran importancia religiosa ubicado en la Dehesa de la Jara, en Pozoblanco, Córdoba. Esta ermita, construida en el siglo XV, alberga la imagen de la Virgen de Luna, patrona de Villanueva de Córdoba y Pozoblanco.
Ubicación y construcción
La ermita de la Virgen de Luna se encuentra en un entorno natural privilegiado, rodeada de campos y vegetación. Está situada en la Dehesa de la Jara, un paraje de gran belleza y tranquilidad.
La construcción de la ermita se remonta al siglo XV, aunque ha sufrido diversas modificaciones a lo largo de los años. Su estilo arquitectónico es de influencia mudéjar, con elementos góticos y renacentistas.
La imagen de la Virgen de Luna
La ermita de la Virgen de Luna alberga la imagen de la Virgen de Luna, una talla de madera policromada que representa a la Virgen María. Esta imagen es considerada como la patrona de Villanueva de Córdoba y Pozoblanco, y es objeto de gran devoción por parte de los habitantes de la zona.
La historia de la imagen de la Virgen de Luna se remonta al siglo XIII, cuando se encontró en un olivo de la Dehesa de la Jara. Según la tradición, la imagen fue hallada por un pastor que, al escuchar una voz celestial, descubrió la talla en el interior de un hueco del árbol.
Desde entonces, la imagen de la Virgen de Luna ha sido venerada y ha sido objeto de numerosas peregrinaciones y romerías. Cada tres meses, la imagen es trasladada en procesión entre los pueblos de Pozoblanco, Pedroche y Villanueva, en un evento conocido como "El Traslado". Este acto religioso es uno de los más importantes de la zona y atrae a numerosos fieles y visitantes.
Arquitectura y características de la ermita
La ermita de la Virgen de Luna tiene una planta cuadrada y está construida con materiales como el ladrillo y el granito. Su fachada principal cuenta con una portada de estilo renacentista, con arco de medio punto y decoración floral.
En el interior de la ermita, se pueden apreciar tres naves separadas por columnas de granito, que le dan un aspecto de iglesia de tres naves. En el presbiterio se encuentra una cúpula de estilo mudéjar, que le confiere un aire de gran solemnidad.
En el altar mayor se encuentra la imagen de la Virgen de Luna, rodeada de numerosos exvotos y ofrendas de los fieles. La ermita también cuenta con una sacristía, donde se guardan los objetos litúrgicos y las vestimentas utilizadas en las procesiones.
Traslado de la Virgen de Luna
Como se mencionó anteriormente, la imagen de la Virgen de Luna es trasladada en procesión cada tres meses entre los pueblos de Pozoblanco, Pedroche y Villanueva. Este evento, conocido como "El Traslado", es uno de los momentos más importantes del año para los habitantes de la zona.
El Traslado de la Virgen de Luna es una muestra de fe y devoción, en la que los fieles acompañan a la imagen en su recorrido por las calles de los tres pueblos. Durante la procesión, se entonan cánticos y se realizan rezos en honor a la Virgen, creando un ambiente de gran fervor religioso.
El Traslado de la Virgen de Luna es una tradición que se ha mantenido a lo largo de los siglos y que sigue siendo muy importante para los habitantes de la zona. Es una oportunidad para expresar la devoción hacia la Virgen y para reunir a la comunidad en torno a la fe.
Destrucción del mobiliario religioso durante la Guerra Civil Española
Desafortunadamente, durante la Guerra Civil Española, la ermita de la Virgen de Luna sufrió graves daños y el mobiliario religioso original fue destruido. Este periodo de conflicto y violencia dejó huellas imborrables en el santuario y en la imagen de la Virgen.
A pesar de los daños sufridos, la ermita de la Virgen de Luna fue reconstruida y restaurada en los años posteriores a la guerra. Se recuperaron algunas de las piezas originales y se realizaron nuevas donaciones para embellecer el santuario.
Hoy en día, la ermita de la Virgen de Luna sigue siendo un lugar de gran importancia religiosa y es visitada por numerosos fieles y turistas. La devoción hacia la Virgen de Luna se mantiene viva y se renueva cada año durante las festividades en su honor.
La ermita de la Virgen de Luna es un lugar de encuentro para la fe y la devoción, un santuario que guarda la historia y la tradición de la zona. Su belleza arquitectónica y su significado religioso la convierten en un lugar único y especial.
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