¿Cuáles son las corrientes de este mundo? Significado de seguir la corriente
1. Definición de "siguiendo la corriente de este mundo"
Seguir la corriente de este mundo implica actuar de acuerdo a las normas y valores predominantes en la sociedad. Es dejarse llevar por las corrientes de pensamiento y comportamiento que son aceptadas y promovidas por la mayoría. Es adaptarse a lo que se considera "normal" y "correcto" en un determinado momento y lugar.
Esta expresión también implica un alejamiento de los principios y enseñanzas de Dios. En lugar de buscar la voluntad de Dios y seguir sus mandamientos, se prefiere seguir las tendencias y modas del mundo.
2. Actuar de acuerdo a las normas y valores predominantes en la sociedad
Seguir la corriente de este mundo implica actuar de acuerdo a las normas y valores predominantes en la sociedad. Estas normas y valores pueden variar según la cultura, la época y el contexto social en el que nos encontremos.
Por ejemplo, en algunas sociedades se valora el individualismo y el éxito material, mientras que en otras se prioriza el bienestar comunitario y la solidaridad. En algunas culturas se promueve la igualdad de género y la diversidad, mientras que en otras se mantienen roles tradicionales y se rechaza la diferencia.
Seguir la corriente de este mundo implica adaptarse a estas normas y valores, incluso si van en contra de nuestros propios principios y creencias. Es ceder a la presión social y conformarse con lo que se considera "normal" y "aceptable" en ese momento y lugar.
3. Alejamiento de los principios y enseñanzas de Dios
Seguir la corriente de este mundo implica un alejamiento de los principios y enseñanzas de Dios. En lugar de buscar la voluntad de Dios y seguir sus mandamientos, se prefiere seguir las tendencias y modas del mundo.
Esto puede manifestarse en diferentes aspectos de la vida. Por ejemplo, en lugar de buscar la pureza y la castidad, se promueve la promiscuidad y la sexualidad sin restricciones. En lugar de buscar la justicia y la equidad, se promueve la explotación y la desigualdad. En lugar de buscar la paz y la reconciliación, se promueve la violencia y el conflicto.
Seguir la corriente de este mundo implica poner en segundo plano los valores y principios que Dios nos ha enseñado a través de su palabra. Es dejar de lado la búsqueda de la verdad y la justicia para adaptarse a lo que el mundo considera "correcto" y "aceptable".
4. Seguir los deseos de la carne y hacer la voluntad propia
Seguir la corriente de este mundo implica seguir los deseos de la carne y hacer la voluntad propia en lugar de buscar la voluntad de Dios. La carne se refiere a los deseos y pasiones humanas, que pueden ser egoístas y destructivos.
En lugar de buscar la voluntad de Dios y someter nuestros deseos y pasiones a su autoridad, se prefiere seguir nuestros propios impulsos y satisfacer nuestras propias necesidades y deseos. Esto puede manifestarse en diferentes áreas de la vida, como las relaciones personales, el trabajo, el consumo y el entretenimiento.
Seguir la corriente de este mundo implica buscar la gratificación inmediata y el placer personal, sin importar las consecuencias a largo plazo. Es poner nuestros propios intereses y deseos por encima de los demás y de lo que Dios nos ha enseñado.
5. No seguir a Dios y manifestar el fruto del Espíritu
Seguir la corriente de este mundo implica no seguir a Dios y no manifestar el fruto del Espíritu en nuestras vidas. El fruto del Espíritu se refiere a las cualidades y virtudes que el Espíritu Santo produce en nosotros cuando vivimos en comunión con Dios.
Estas cualidades incluyen el amor, la alegría, la paz, la paciencia, la amabilidad, la bondad, la fidelidad, la humildad y el dominio propio. Son cualidades que nos ayudan a vivir de acuerdo a la voluntad de Dios y a ser testimonio de su amor y gracia en el mundo.
Seguir la corriente de este mundo implica no cultivar estas cualidades y no permitir que el Espíritu Santo las desarrolle en nosotros. En lugar de manifestar el fruto del Espíritu, nos dejamos llevar por las pasiones y deseos de la carne, y nos alejamos de la presencia y el poder de Dios en nuestras vidas.
Seguir la corriente de este mundo implica actuar de acuerdo a las normas y valores predominantes en la sociedad, alejarse de los principios y enseñanzas de Dios, seguir los deseos de la carne y hacer la voluntad propia, y no seguir a Dios y manifestar el fruto del Espíritu. Es una forma de vivir que nos aleja de la voluntad de Dios y nos impide experimentar su amor y bendición en nuestras vidas.
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.
Entradas relacionadas